Las fuerzas ucranianas siguen combatiendo para recuperar el control del este del país. Al menos cinco soldados han perdido la vida en la operación antiterrorista a gran escala lanzada el viernes en Slaviansk y Kramatorsk. En el bando rebelde, al menos una decena de personas habrían muerto.
Además de retomar el control de edificios oficiales en Kramatorsk, las fuerzas leales a Kiev detuvieron el sábado a uno de los líderes rebeldes.
En el resto de ciudades en manos de separatistas prosurros, como Lugansk, se están reforzando posiciones para hacer frente a un posible ataque. El Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa ha advertido de que tras Slaviansk y Kramatorsk, la operación antiterrorista se ampliará a otras zonas.
El sábado, activistas prorrusos atacaron una unidad militar y un punto de reclutamiento en Lugansk. Dos soldados resultaron heridos.
En Donetsk, la gran ciudad industrial del este, centenares de separatistas, furiosos por la violencia del viernes en Odessa, tomaron la sede de Seguridad del Estado y el edificio comercial del gobernador, saqueando los archivos y rompiendo ventanas.