Sesenta delegaciones extranjeras presentes en Kiev este sábado en la investidura del nuevo presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, que nada más ser investido ha anunciado un plan de paz para su país.

Entre los invitados, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, cercano a Moscú.

“Ucrania debería ser un estado unido en su integralidad, un solo estado, ha declarado. Y a un periodista que le preguntaba por Crimea le espetó: ¿Usted es ucraniano? Pues vayan a Crimea y negocien cómo hacer para que vuelva a ser de Ucrania. No pierdan Crimea.”

También presentes, el vicepresidente de EE.UU, Joe Biden, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy y el presidente suizo Didier Burkhalter, que preside este año la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.

“Aplaudo el deseo de encontrar una solución para un alto el fuego en primer lugar, pues abogamos por ello desde hace tiempo. Ahora entendemos que hay más probabilidades de alcanzar resultados concretos en esta dirección.”

En Maidán, no ha habido muestras de alegría. Los activistas no cesarán su movimiento hasta que se garantice la democracia y la paz en el país.

“No deberíamos celebrarlo demasiado rápido pues hay muchísimo que hacer para mantener a Ucrania unida y fuerte en el futuro”

Como señal de esperanza: el regreso a Kiev este sábado del embajador de Rusia, después de tres meses de ausencia.