El denominado Estado Islámico de Irak y el Levante ha tomado la pasada madrugada Saadiyah y Jalawla, en la provincia de Diyala, cercana a la frontera con Irán. El ejército regular se ha visto obligado a retirarse y esta mañana ha comenzado a bombardear ambas localidades, con el fin de frenar su avance.
El EIIL pretende alcanzar lo antes posible Baquba y desde ahí dar el salto a Bagdad. La caída de la capital es una posibilidad real para muchos analistas, dado el empuje de los milicianos, que tras tomar Mosul podrían haberse hecho con grandes sumas de dinero procedentes de los bancos de la que es la segunda ciudad del país. Además, su arsenal aumenta gracias al material que dejan atrás los soldados leales al gobierno, incluyendo vehículos pesados.
El objetivo último de las milicias es crear un califato islámico en las regiones sunnitas entre Siria e Iraq. De momento ya controlan más territorio del que jamás logró Al Qaeda en los años 90, amparada por los talibanes.