El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, ignora las críticas occidentales y rechaza indultar a los periodistas de Al Yazira. Durante una ceremonia de graduación en la Academia de Guerra, Al Sisi ha insistido en que no intervendrá en las decisiones judiciales ni en cualquier asunto de las instituciones del Estado.
“Si deseamos unas instituciones fuertes hay que respetar las decisiones judiciales y no comentar nada sobre ellas, aunque los demás no entiendan estas decisiones”, ha dicho.
Mientras, el Gobierno australiano, que ha llamado a consultas al número dos de la embajada egipcia en Camberra, intensifica sus esfuerzos diplomáticos para lograr la liberación del periodista Peter Greste, condenado a siete años de cárcel por un tribunal egipcio.
“No queremos implicarnos en una diplomacia de megáfono inútil, porque eso no va a hacer ningún bien a Peter Greste, ni a sus colegas de Al Yazira. Lo que queremos hacer es hablar con calma y paciencia y razonablemente con el Gobierno egipcio”, ha declarado el primer ministro australiano, Tony Abbott.
Greste y otros dos compañeros de la cadena catarí Al Yazira en inglés fueron condenados a entre siete y diez años de prisión por difundir noticias falsas y colaborar con los Hermanos Musulmanes.
Sentencias muy criticadas por Occidente y grupos de derechos humanos.