En un comunicado, difundido en varias lenguas por Internet coincidiendo con el inicio del Ramadán, el Estado Islámico de Irak y el Levante ha declarado el establecimiento de un califato desde Alepo, en Siria, hasta Diyala en Irak. Al frente, el líder de la organización- Abu Bakr Al Bagdadi- que comparte nombre con el primer califa del Islam.
En el mensaje se exige a “todos los musulmanes del mundo” que le juren fidelidad. Con este golpe de publicidad, el EIIL- que pasa a llamarse Estado islámico- espera, visiblemente, alentar alzamientos armados de los suníes en todo Oriente Medio.
Sobre el terreno, el Ejército iraquí concentra su fuego en Tikrit, la ciudad natal de Sadam Husein en manos de los yihadistas desde hace una semana. En 72 horas el Gobierno de Al Maliki podrá comenzar a emplear los 5 cazambombarderos Sujoi que le ha vendido Rusia, a la espera de que llegue la partida de misiles Hellfire prometidos por Estados Unidos. De momento, las fuerzas gubernamentales parecen haber frenado el imparable avance de los islamistas hacia Bagdad.