Los bombardeos de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, acompañados por la lucha en tierra de los peshmergas kurdos está acorralando a los combatientes del grupo Estado Islámico en las montañas de Sinjar.
Mientras la lucha en el terreno militar da sus frutos, los políticos también intentan mover sus fichas. La jefa de la diplomacia europea ha visitado Bagdad para mostrar su apoyo.
“El grupo Estado Islámico es la principal amenaza a la que nos tenemos que enfrentar juntos, dejando de lado las peleas, las divisiones, en primer lugar dentro de este país y reconocer que hay un combate mayor al que enfrentarse”, decía Federica Mogherini.
Ahora el objetivo de los milicianos kurdos es recuperar el control de la ciudad de Sinjar, que de conseguirse, devolvería a esta minoría la mayor parte de su territorio en Irak. Unos combatientes que esperan que los refugiados yazidíes puedan regresar a sus casas y salir de la extrema situación de emergencia en la que se encuentran desde agosto.