El Reino Unido investigará la posible existencia de una red de pederastia en el Parlamento británico durante los años ochenta y noventa.
Lo hará un comité independiente dirigido por Peter Wanless, director una organización especializada en la lucha contra el maltrato infantil.
Examinará si el Ministerio del Interior respondió adecuadamente a un informe que abarca desde 1979 a 1999. 114 expedientes de ese dosier desaparecieron. Más de 500 fueron objeto el año pasado de una investigación gubernamental que no detectó ninguna evidencia.
“También quiero que el trabajo refleje tres principios”, anunciaba la Secretaria de Interior Theresa May. “Que nuestra prioridad debe ser la persecución de las personas detrás de estos delitos repugnantes; que siempre que sea posible y consistente con las necesidades de la investigación, actuaremos con la máxima transparencia. Y que donde ha habido un fallo en la protección de los niños contra los abusos lo expondremos y aprenderemos de ello”.
La sociedad británica aún se recupera de los escándalos de abusos a menores protagonizados por estrellas televisivas, como el difunto Jimmy Savile o Rolf Harris. Y escucha como un exministro conservador admite la posibilidad de encubrimiento en relación a parte del dosier analizado ahora, que fue entregado al Gobierno en 1983. Encubrimiento que se habría realizado bajo la premisa de “proteger el sistema”.
No se espera que esta investigación presente sus conclusiones antes de las elecciones generales del próximo mes de mayo.