Algo gordo se cuece en Yemen: entre la revolución que no dejó nada y el deseo actual de no ser pobres, es lo que traen en la mente miles de yemeníes que piden hoy que el Gobierno renuncie.
Los que protagonizan las protestas son los houthis, una gran comunidad de musulmanes chiíes que ha sufrido de opresión y a la que cada día se le suman más ciudadanos descontentos.
Recientemente, los precios de los energéticos fueron subidos por el Gobierno, lo que estalló aún más el descontento. El pueblo acusa a Arabia Saudí e incluso a Estados Unidos de apoyar al Gobierno injusto que provino de una elección también injusta, donde hubo un sólo candidato, que además era el vicepresidente del dictador derrocado en la revolución de 2011.
Hoy en 'Detrás de la Razón', analizaremos la realidad de este país escondido por los noticieros de Occidente, pero que curiosamente parece importarle demasiado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), que apenas vio protestas y ya se reunió para condenarlas, una acción inmediata que ni siquiera tuvo cuando vio miles de muertos en la Franja de Gaza. ¿Por qué importará Yemen?