Teresa Romero Ramos, la auxiliar de enfermería contagiada por ébola en España pudo contraer la enfermedad al tocarse la cara cuando se retiraba el traje protector después de atender al misionero Manuel García Viejo, fallecido a causa del virus tras ser
repatriado de África.

Esta es la hipótesis que adelantó este miércoles el doctor Germán Ramírez, miembro del equipo médico que atiende a la paciente en el hospital Carlos III donde permanece ingresada y aislada desde el lunes:

“Hemos estado revisando la cadena de contagio, la actividad dentro de la habitación durante todo el tiempo que ella ha estado, el momento en cómo se ponía y quitaba el traje. Y en uno de los momentos ella me ha comunicado la posibilidad de que pudiera haber habido un contacto al retirarse los guantes y que hubieran podido contactar con la cara.”

Hasta el momento, son seis las personas que siguen aisladas, entre ellas el marido de la afectada, que aunque no presenta síntomas, permanecerá 21 días en observación. Mas de medio centenar, entre ellos personal sanitario, se encuentran bajo observación.

Muchos achacan la responsabilidad a la falta de información:

“Creo que no se están haciendo las cosas bien desde el principio. Nos han tratado como a tontos, con el tratamiento del ébola para tratar a los pacientes que había que traer. Pero no se ha vigilado la salud de los sanitarios ni la de la población. Sólo han hecho lo que han querido por postureo porque no tiene otra explicación. Ahora, esperemos que esta mujer se cure pronto, y que no haya más gente infectada.”

Aunque Bruselas dice que es “altamente improbable” que haya una epidemia en Europa, La Unión Europea (UE) revisará en los próximos días los protocolos de seguridad frente al virus, especialmente en los hospitales, una vez que se aclaren las causas del contagio de la enfermera en España.