El asedio de los yihadistas sobre la mayor refinería de petróleo de Irak podría estar llegando a su fin. Las tropas iraquíes aseguran haber retomado el control de la mayor parte de la localidad de Biyi. La refinería, en la periferia norte de la ciudad, no ha logrado ser tomada por los combatientes del grupo Estado Islámico a pesar de los continuos asaltos durante los últimos cinco meses.

Mientras, en la provincia de Al Anbar, prácticamente bajo control total de los yihadistas, las tribus suníes entran en escena para luchar contra el grupo Estado Islámico.

“El proceso para armar a las tribus ha empezado hoy. Estamos listos para recibir las listas de los voluntarios y para abastecer sus áreas con lo que necesiten: alimentos, detergentes o productos de higiene. Vamos a ayudar a cubrir sus necesidades de armas o cualquier otro tipo de logística”, ha declarado Salim al-Jibouri, presidente del Parlamento iraquí.

El otro frente contra los yihadistas del Estado Islámico se encuentra en Siria, donde la coalición liderada por Estados Unidos continúa con sus bombardeos aéreos, al igual que en Irak.

En Kobani, en el Kurdistán sirio, siguen los intensos combates por controlarla, iniciados hace casi dos meses. Las fuerzas kurdas asestaron un duro golpe a los yihadistas este miércoles, al cortar una carretera clave para su suministro.