El Reino Unido registró en marzo una inflación nula, lo que amenaza a la economía del país de deflación. Por primera vez desde que se empezaron a contabilizar los precios al consumo
con el actual sistema en 1989, la inflación británica a un nivel tan bajo. De hecho, la Oficina Nacional de Estadísticas recuerda que siendo precisos hay un retroceso del 0,01 por ciento.
En comparación con épocas anteriores, incluso la inflación es más baja que en 1960. Las expectativas, además, es que se convierta en negativa en los próximos meses. Este es un dato positivo para los trabajadores británicos que han visto estancarse en los últimos años sus salarios. Pero también existe el riesgo de deflación, como ocurre en la eurozona. Pese a ello, no es probable que el Banco de Inglaterra baje su tipo de interés que en estos momento está en el 0,5 por ciento.