Las canciones populares son verdaderos registros del pasado de las poblaciones humanas. Sus diferencias reflejan las distintas trayectorias que han seguido aquéllas a lo largo del tiempo. Y junto con la lengua y otros elementos culturales, aportan un complemento importantísimo a los estudios genéticos como herramienta para conocer nuestro pasado.
Conforme los seres humanos se han ido dispersando por el planeta, no sólo se han ido diferenciando sus genomas, también se han diversificado sus lenguas y otros rasgos culturales. De hecho, es posible, y no demasiado difícil, establecer correspondencias entre grupos genéticos y familias o variedades lingüísticas. No obstante, en numerosas ocasiones los grupos humanos han perdido la que era su lengua para adquirir otra diferente, normalmente por razones políticas, comerciales, militares o, quizás, de otra naturaleza. Por esa y, probablemente, por otras razones no contempladas aquí, la correspondencia original entre grupos genéticos y grupos lingüísticos se difumina, dificultándose de esa forma el análisis conjunto de esos rasgos de cara, por ejemplo, a caracterizar la historia y relaciones entre unos grupos humanos y otros.