Los socialdemócratas rumanos han decidido evitar una crisis política escogiendo a otro candidato a primer ministro.
Tras el no del presidente a la primera opción del partido ganador de las elecciones, el PSD ha propuesto al exministro de Comunicaciones Sorin Grindenau como jefe de Gobierno.
“En primer lugar me gustaría agradecerle a mis compañeros su voto. Sé que es una gran responsabilidad pero sobre todo siento la responsabilidad del voto que han dado los rumanos a un programa de Gobierno que debemos aplicar”, decía Grindenau.
A pesar de la amplia mayoría parlamentaria del PSD y de sus socios de Gobierno, el presidente Klaus Iohannis decidió rechazar a la candidata escogida para convertirse en primera ministra sin dar ninguna explicación.
Muchos creen que el jefe de Estado no dio su visto bueno ya que Sevil Shhaideh es musulmana y perteneciente a la minoría turca de Rumanía.