El hombre que preside la mayor organización policial del mundo, la Interpol, paradójicamente, ha desaparecido. Su mujer denuncia que no sabe nada de él desde hace diez días. Lo último que se supo es que el pasado 26 de septiembre emprendió un viaje a China desde la ciudad francesa de Lyon, sede de Interpol. Desde entonces no hay rastro de él.