Days Gone es un proyecto de Bend Studios (los creadores de la saga Syphon Filter en PSX y Uncharted El abismo de oro para PS Vita) que se ha pasado más de 6 años en el horno. De hecho, en todo este tiempo hemos asistido a un montón de gameplay, demos jugables y tráilers, que nos han permitido apreciar cómo iba mejorando el desarrollo.
Y tenemos buenas noticias, a poco más de un mes de su lanzamiento -y cuando el código todavía no es final- hemos tenido la ocasión de jugar una versión de Days Gone muy sólida, llena de detalles interesantes y que promete convertirse en uno de los grandes exclusivos de PS4 para este 2019.
El día de lanzamiento de Days Gone, el 26 de abril, aún queda lejos, así que permitidnos que os refresquemos la memoria con los datos principales del juego. Se trata de una aventura de mundo abierto, ambientada en la región de Farewell en Oregón, al noroeste de los Estados Unidos. Y nos presenta a Deacon St. John, un miembro de una banda de moteros, los Mongrels (muy del estilo de lo que hemos visto en Sons Of Anarchy) que debe sobrevivir en un mundo postapocalíptico.
Sí, casi se nos olvida. La belleza de los escenarios, la libertad de movernos en moto por esta naturaleza salvaje, y el carisma de sus protagonistas tienen un punto de ironía, porque Days Gone está plagado de peligros. Como dice la frase promocional del juego se trata de "el mundo contra ti". Un mundo abierto en que nos encontramos bandas de merodeadores, engendros (que vienen a ser como los infectados o los zombies de World War Z) y Rippers, tipos que han perdido la cabeza, han mutilado sus cuerpos y adoran a los engendros (en versión original, los "freakers"). Además de una fauna, en que destacan osos, aves y lobos, que también sufre los efectos de esta infección.
Uno de los elementos que hacen especial a Days Gone es que no todos los enfrentamientos se pueden ganar. Es fácil librarse de los "freakers" uno a uno, en especial si nos mantenemos ocultos entre los arbustos y los eliminamos utilizando el sigilo. Pero la cosa es muy diferente cuando nos enfrentamos a la horda. Se trata de una masa incontrolable de criaturas que nos persigue sin descanso y se extiende por los escenarios con una velocidad (y una fluidez) aterradora. Nada detiene a la horda, sólo la retrasa, y desde luego, nada puede acabar con enemigos tan numerosos y viscerales; nuestra única salida es buscar una ruta de escape y llegar a nuestra moto.
Y precisamente este medio de transporte es otro de los elementos diferenciales que nos vamos a encontrar en el juego. Si los "sandbox" se caracterizan porque nos permiten explorar los mapeados en distintos vehículos, Deacon sólo tiene una opción, su vieja moto. Eso significa que tendremos que repararla cada vez que reciba daños, e igualmente mantener el depósito lleno de combustible. El director del juego, John Garvin, considera que aparcarla de un modo u otro, para facilitar nuestra huída, también es importante y añade un matiz de estrategia.