El importante triunfo de Obama ha sacudido los cimientos de la alegría. Una de las reacciones más esperadas ha sido la de su abuela, desde el mismo corazón de África. Su reacción ha sido: "Estoy en extasis". Nunca los Estados Unidos han estado tan cerca de África. No da de comer, pero les ha dado una fiesta y una ilusión, que no es poco. Los niños de un colegio de Yakarta, Indonesia, han festejado la victoria. Y ha habido bailes hawaianos en Japón, sobre todo en la ciudad de nombre Obama. También se han podido ver lágrimas, de alivio, de esperanza, de creer en un mensaje que ya se verá si se realiza. En otros lugares del mundo, como Afganistán la realidad supera la ilusión. El país empeora día tras día. No hay una celebración, más o menos como en Iraq, donde gran parte de la población ha sido incapacitada para celebrar lo que por primera vez en mucho años alegra a todo el planeta.