El mar, muy revuelto por culpa del temporal, y el complicado acceso al puerto de Lanzarote, provocaron el choque de un ferry contra el muelle. Para evitar riesgos el patrón decidió darse la vuelta aunque dejaba en tierra a 86 pasajeros que iban a Cádiz. El pasaje montó en cólera cuando la naviera les dijo que tenían q esperar una semana al siguiente ferry y además pagar de su bolsillo comida y hotel. La compañía, en casos como este de temporal, sólo ofrece devolver el billete.En protesta los pasajeros han dormido en sus oficinas y ha tenido que asistirlos la Cruz Roja con comida y mantas. Los pasajeros han denunciado a la compañía y al final ha tenido que ser el Cabildo quien ha logrado un acuerdo. Serán trasladados a Tenerife y el jueves por fin viajaran a Cádiz. Todo una odisea.