El Ministerio fiscal asegura que el vídeo, que cuestionaba la veracidad de esta testigo y que grabó la agencia de detectives Método 3 por encargo de las defensas de los Mossos, fue manipulado. En su escrito mantiene que Anna María M. fue víctima de una trampa que le tendió un detective que se hacía pasar por abogado. Con cámara oculta grabaron la conversación en la cual el detective le proponía cobrar 500 euros a cambio de que declarara falsamente en otro juicio. El objetivo de la grabación, concluye la fiscalía, era obtener información de la declaración que en su día hizo la testigo en el juicio, entrelazando las dos historias, la real y la inventada, para tratar de confundir y cuestionar la credibilidad de Ana María. No obstante, asegura la fiscalía, en el vídeo, la mujer manifiesta en varias ocasiones que lo que atestiguó en el juicio fue lo que vio. Pero que estas afirmaciones no se recogieron en el CD que se les entregó. Además, asegura, no queda probado que la mujer acabara aceptando los 500 euros a cambio de declarar falsamente en otro juicio. Precisamente hoy, el Tribunal Supremo debía pronunciarse sobre si ratificaba la condena a los agentes o bien los absolvía. Fueron condenados por torturas a penas de hasta 6 años de prisión.