Unas trescientas personas han arrojado zapatos y huevos contra el ex-primer ministro británico, Tony Blair, que no ha sido alcanzado por ninguno de estos proyectiles. Lo que no ha podido evitar son las increpaciones de los manifestantes sobre su implicación en la invasión de Irak. "criminal de guerra" y "sangre en tus manos" han sido algunos de los gritos.