Los ancianos emperadores de Japón, Akihito y Michiko, han visitado este miércoles el centro Tokyo Budokan en la capital nipona, donde viven 300 de los refugiados que ha dejado el devastador seismo y el posterior tsunami que el pasado día 11 de marzo sacudieron el noroeste de Japón. La mayoría de los evacuados son residentes de las provincias de Fukushima, Miyagi e Iwate, que tuvieron que abandonar sus casas después de la tragedia, que ha dejado 11.258 muertos y 16.344 desaparecidos en el país, según los últimos balances oficiales.El emperador de 77 años y la emperatriz de 76 recorrieron el refugio y hablaron con algunas familias. Ya en 1995 y 2004, con motivo de los terremotos de Kobe y Niigata, los emperadores hicieron visitas de características similares a las de este jueves.