La jornada electoral para los chavistas ha comenzado muy temprano.  Con fuegos artificiales y a ritmo de corneta , a las 3 de la madrugada.Horas  antes, en plena jornada de reflexión,  Hugo Chávez ha comparecido  ante los medios para pedir respeto al resultado de los comicios.Aunque también para alertar de una posible guerra civil y  hacer un exhaustivo repaso a todos los logros que, ha dicho, ha conseguido durante sus  14 años al frente del país.  Un discurso retransmitido en directo por la televisión pública en un día en el que está prohibido hacer cualquier proclama política, lo que ha indignado a los opositores,  afines a Henrique Capriles que, una vez más,  han hecho oir su protesta,  cacerola en mano.Si gana Capriles que es lo que todos esperamos puede que los Chavistas salgan a las calles.Por eso, el sábado los supermercados estaban llenos de venezolanos temerosos del veredicto de las urnas y, sobre todo, del día después, el día en el que se verá si los sectores más extremistas de uno y otro bando son capaces de admitir su derrota y reconocer la victoria del enemigo.