La muerte repentina de una joven de 21 años ayer en el aeropuerto de Gerona ha abierto la polémica sobre si los servicios sanitarios actuaron o no debidamente. La ambulancia tardó 14 minutos en llegar hasta allí pero la joven ya había fallecido. La chica comenzó a sentirse mareada y perdió el conocimiento. Estaba embarzada de casi 4 meses y se disponía a embarcar en el avión de regreso a su país después de unos días de visita en España.