La ONU estima que en Siria han muerto ya más de 60.000 personas, más de la mitad civiles. La última matanza ha sido en una gasolinera de Damasco que ha sido bombardeada por los aviones del Ejército.Han fallecido al menos 70 personas, más de 30 cadáveres han aparecido calcinados o desmembrados a consecuencia de la explosión.