La sentencia lo deja muy claro. Un jez de Arcos de la Frontera en Cádiz obliga a un padre divorciado a seguir pagando la pensión de 500 euros a su hija de 29 años. Ella sigue estudiando la carrera de psicología, así que el magistrado resuelve que su padre tiene que segir manteniendola, como hace su madre, hasta que termine sus estudioso encuentre un trabajo. Este juez ha basado su decisión en la situación económica actual, en las dificultades de los jóvenes para encontrar trabajo. Y en la buena posición económica del padre. Ha fijado un plazo de dos años para que la joven termine sus estudios y tenga mas opciones de encontrar empleo. Pero no es el primer caso hace un mes la audiencia provincial de A Coruña obligó a un padre a seguir abonando alimentos a su hija de 30 años, que en este caso si había terminado sus estudios, pero que lleva varios años sin encontrar trabajo.