Tiene dos pitbull y con ellos aterroriza a todos los vecinos. Son potencialmente peligrosos, sin documentación, ni correa. Y su dueño los utiliza para "ocupar" casas de una urbanización en Umbrete, en Sevilla. Se hace con la vivienda y después la alquila o la vende. La policía vigila zona 24 horas para evitar que se apropie de más casas. Pero el pueblo se siente impotente ante su impunidad. Tiene un amplio historial delictivo y ha sido detenido en varias ocasiones, pero de momento sigue en el pueblo sin que nadie pueda hacer nada.
-Redacción-