En 1977 el estreno de la primera película de Star Wars supuso una revolución en la industria de Hollywood. El episodio IV pronto se convirtió en una de las películas más taquilleras hasta la fecha y convirtió un género minoritario hasta entonces en fenómeno de masas. Fernando Ángel Moreno, profesor en la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro "La ideología de Star Wars" opina que el secreto del éxito de la saga no está tanto en su mezcla de géneros como de ideologías. Para Moreno la trilogía original no es necesariamente profunda, pero sí compleja. "No es simple cine de aventuras" afirma. Para Moreno en la saga encontramos reflexiones sobre el poder, la sabiduría, la religión. Hay filosofía occidental y oriental, estoicismo, cristianismo, pero todo adaptado para que todo el mundo pueda entenderlo. Para Moreno Lucas compuso una obra que cogía elementos de un sinfín de cosas que él le gustaban, pero cambiando elementos, sumando unos a los otros y transformándolos. "Así es como muchas veces funciona el arte" afirma.Con Star Wars George Lucas revolucionaba el cine y John Williams iniciaba una carrera que le llevaría a convertirse en uno de los compositores más influyentes de la historia. "La música es el alma de Star Wars" afirma Andrés Valverde, autor de "Star Wars. La música" y "John Williams. Vida y obra". En su opinión, los primeros trabajos de Williams y su contribución en Star Wars marcaron una vuelta al clasicismo en Hollywood, a la música orquestal y a los leimotiv asociados a un lugar, a una situación o a un personaje. Claros ejemplos, afirma, son el tema de Luke Skywalker, que acabó convirtiéndose en la música más reconocible de la saga, o el de la princesa Leia. "Ponemos las imágenes y la música y podemos entender la historia, lo que ocurre, la estructura narrativa está ya presente" afirma Valverde que resalta la figura de un compositor que ha firmado, entre otras muchas, las partituras de Tiburón, Encuentros en la tercera fase, E.T, Harry Potter o Superman. Todas ellas se podrán escuchar en el concierto homenaje a la obra de este compositor que se celebrará el día de Reyes en el Teatro Real de Madrid.A falta del estreno de "Los últimos Jedi" el próximo viernes, en 40 años la saga lleva 8 películas, varias series de televisión, decenas de videojuegos, cientos de libros, cómics y una innumerable cantidad de productos derivados. Star Wars es un gran negocio que Disney está dispuesto a seguir explotando. Tras la compra de Lucasfilm en 2012 por más de 3.000 millones de euros la compañía no tardó en anunciar que rodaría una nueva trilogía.El elegido para el proyecto fue el director J.J Abrams. El plan, explica Antonio Runa, director del programa La Órbita de Endor, era que Abrams se encargara de las tres películas, con tiempo para trabajar con calma en el episodio VII. Ese era el acuerdo al que el cineasta llegó con la presidenta de Lucasfilm Kathleen Kennedy, pero el CEO de Disney, Bob Iger, quería la película en dos años, no tres como estaba pactado. Abrams terminó el trabajo en los plazos impuestos por Disney pero decidió abandonar la saga tras el rodaje de "El despertar de la fuerza".El abandono de Abrams, explica Antonio Runa, desembocó en la contratación de otros dos directores. Ryan Johnson, que había dirigido cintas como Looper presenta ahora el episodio VIII, Los últimos Jedi. El IX, que aún no tiene título, se le encargó a Colin Trevorrow. "Parecía una apuesta segura tras su trabajo en Jurasic World" asegura el director del programa La Órbia de Endor", pero presentó un borrador del guión y a Disney no le gustó, presentó un segundo guón y Disney lo rechazó. "Así hasta ocho veces" explica Antonio Runa. Al final la compañía decidió prescindir de sus servicios y volver a llamar a J.J Abrams. "Se va a encontrar ahora mismo con todo esto revuelto" afirma Runa "él dejó una estructura hecha y ahora esto está hecho una leonera. Este episodio VIII puede ser clave para saber si las cosas van para arriba o van para abajo, podría ser un escaló que posiblemente luego Disney tuviera que remontar en próximas películas".No es el único problema de producción relacionado con los proyectos futuros de Star Wars. Phil Lord y Christopher Miller, los directores que habían sido elegidos para Solo, el spin off que contará las aventuras de un joven Han Solo también fueron despedidos. "Parece ser que la habían encaminado mucho hacia el humor y eso no les gustaba" afirma Fernando Ángel Moreno. Antonio Runa explica que cuando el guionista Lawrence Kasdan llegó al rodaje se dio cuenta de que no se estaba rodando su guión, que se había optado por dejar al actor protagonista a la improvisación y que el resultado era una película en la que los fans no reconocerían al pers