Standard & Poor's ha calificado la deuda de Venezuela con la nota más baja, es decir, considera al país en suspensión de pagos. El Gobierno de Maduro ha sido incapaz de pagar los intereses de dos de sus bonos por un valor de 200 millones de dólares; una pequeña porción del pastel, porque Venezuela debe solo en bonos 60.000 millones de dólares a acreedores extranjeros. Maduro ya ha anunciado una reestructuración de la deuda externa, porque la escasez de divisas necesarias para pagar la deuda, su dependencia de un petróleo que ahora cotiza a la baja y una pésima gestión han generado una población desabastecida, sin alimentos ni medicinas.
-Redacción-