Un astillero con 100 años de historia a punto de irse por la borda. La Naval de Sestao entra en concurso de acreedores, una noticia que deja con un pie en la calle a 215 trabajadores directos pero cuyas consecuencias se perfilan nefastas para otras 40 empresas auxiliares. Un futuro, el que se dibuja en Sestao, nada halagüeño para un municipio de larga tradición industrial. Tras meses inmersa en una grave crisis, la paradoja de la quiebra llega justo cuando La Naval tiene cuatro buques en proceso de construcción. Los trabajadores tienen claro dónde radica el problema: una mala gestión y una deuda de 150 millones de euros. Con esa deuda millonaria y ante la ausencia de inversores y ayudas parece difícil que este centenario astillero se mantenga a flote.
-Redacción-