Eran cerca de las tres de la madrugada cuando un policía en Texas (EEUU) para a un coche. El agente se acerca al vehículo estacionado, pero a los pocos segundos un conductor borracho pierde el control y se estrella contra el coche aparcado en la mediana, arrollando también al policía que afortunadamente se levanta del golpe y desorientado se pone a salvo. Los hechos fueron grabados por la cámara del vehículo policial que capta el terrible accidente. Sorprendentemente ninguno de los coches que circulan con posterioridad por la carretera se para a auxiliar.
-Redacción-