Las autoridades chilenas mantienen el estado de emergencia debido a la ola de incendios en el centro y el sur del país, una de las peores de su historia. Los bomberos, los agentes forestales y miembros del Ejército combaten al menos 18 focos de incendio que permanecen activos. Las llamas están siendo avivadas por las fuertes rachas de viento, un factor que dificulta enormemente las labores de extinción. Según la Oficina Nacional de Emergencias, alrededor de 40 casas han sido devoradas por el fuego. Pumanque, una zona rural al sur de Santiago de Chile, es una de las áreas que más está sufriendo los efectos del fuego. Aquí ya se han perdido cerca de 24.000 hectáreas.
-Redacción-