Genes que controlan el tamaño y la complejidad del cerebro han experimentado una evolución mucho más rápida en seres humanos que en primates no humanos u otros mamíferos, según indica un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto Médico Howard Hughes.
La evolución acelerada de estos genes en el linaje humano fue aparentemente impulsada por una selección fuerte. En los antepasados de los seres humanos, el tener cerebros más grandes y más complejos parece haber tenido una ventaja particularmente grande, mucho más que en otros mamíferos. Estos rasgos permitieron que individuos con “cerebros mejores” dejaran más descendientes. Como resultado, las mutaciones genéticas que produjeron cerebros más grandes y más complejos se diseminaron en la población muy rápidamente. Esto condujo en última instancia a una “aceleración” dramática de la evolución en los genes que controlan el tamaño y la complejidad del cerebro.