Tres sentencias del Supremo a favor de cliente y en apenas 20 días, otras 3 a favor del banco. Una paradoja se da en la localidad madrileña Rivas Vaciamadrid. Su ayuntamiento fue el que inició la batalla contra el impuesto de las hipotecas. En el primer asalto, el supremo le dio la razón: el banco debía asumir el pago. Pero ayer el alto tribunal echaba por tierra la alegría inicial al dictar lo contrario, en tres fallos que también afectan a esta localidad.
-Redacción-