Buenos Aires, 22 abr (EFE).- Ataviada con un tapabocas, con las gafas bien puestas y el pelo recogido en una coleta, Ana María da los últimos retoques con la máquina de coser a una de las doscientas mascarillas que, de forma diaria, elabora el taller de sastrería del mítico Teatro Colón de Buenos Aires.
"Nosotras nos dedicamos a hacer ópera, ballet, y ahora hacer esto... para la gente que sabe coser no es de extrañar", comenta a Efe en una de las pausas antes de retomar su tarea, que arranca a las 9 de la mañana y se prolonga hasta las 3 de la tarde.
IMÁGENES: JULIETA BARRERA.
Edición y locución: Ana Gabriela Santamaría