Akkar (Líbano), 23 abr (EFE/EPA).- (Imagen: Wael Hamzeh) El reloj marca las 19.14 pero nada denota que sea la hora de romper el ayuno del mes sagrado de Ramadán en este asentamiento de refugiados sirios en el Líbano. La falta de los seres queridos y de comida en medio de una grave crisis económica hacen que esta época especial sea aún más dura que el resto del año.