Dedicado a dos exploradores literarios: uno, Bruce Chatwin, que recorrió el mundo desde la Patagonia hasta Mongolia tratando de encontrarse a sí mismo, mientras descubría la condición nómada de la Humanidad. Otro, que sin salir de su escritorio salmantino, se aventuró por las esferas del espíritu y los paisajes de la mente. Se llamaba Aníbal Núñez. Ambos dejaron su huella en el segundo tramo del siglo XX.