Sánchez, el PSOE y sus compinches han acelerado el paso en un camino perverso: el que lleva a la censura de Prensa y el fin de la Libertad en España.
No es el marido de Begoña el primero ni el único que ha recorrido esa senda.
Ni siquiera el más siniestro.
Este 29 de abril de 2024, tras cinco días de lloriquear transido de amor en un cuarto de baño de La Moncloa, el jefe del PSOE anunció el comienzo de una etapa de ‘regeneración’, dirigida a limpiar el ‘fango’ y pronunció la frase clave: “No se puede confundir la libertad de expresión con la libertad de difamación”.
El eslogan recuerda mucho a aquello de “la libertad de prensa no puede ser absoluta porque eso significaría permitir que el enemigo utilice la prensa para destruir la revolución”, que soltó el barbudo Fidel Castro cuando se aprestaba a imponer el comunismo en Cuba y a consignas liberticidas acuñadas por tipos como el chavista Maduro o el sandinista Ortega, con un matiz sustancial.