El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, pronunció este jueves un desafiante discurso en el que justificó su decisión de decretar la ley marcial para "salvar" la democracia en su país, postura que ha llevado a la dirección de su partido a abandonarlo a su suerte en la votación para destituirlo el sábado.
Sabedor ya de lo que Yoon iba a decir en su alocución, el líder del gobernante y conservador Partido del Poder Popular (PPP), Han Dong-hoon, expresó minutos antes de la intervención televisada del presidente su apoyo para la moción parlamentaria que busca inhabilitarlo el 14 de diciembre.