Terror en Francia, terror contra la libertad de expresión, terror contra la libertad de existir, es la masacre contra el semanario crítico 'Charlie Hebdo'. Un desafío que pone contra la pared a Francia.

Cómo es posible, que en la ciudad luz, Paris, tres hombres armados aparezcan y acaben con un periódico. ¿Y la gran seguridad y los sistemas de inteligencia de una de las ciudades más importantes del mundo, dónde están? Es lo que se preguntan hoy los propios ciudadanos franceses que están asustados al saber que cualquier día que pasen por un supermercado, por un periódico o por la calle, pueden morir.

Pero el problema no sólo es francés. Detrás hay una gran inteligencia para manchar el nombre de los musulmanes. El atentado no es sólo contra Francia. Sujetos extremistas que matan a placer para generar terror, que luchan en Siria, en Yemen, en Irak y que muchos de ellos, al principio fueron pagados por la misma Francia, hoy en su propio país se desquitan.

¿Este es el efecto bumerán? ¿El terror que financiaron los franceses se les regresa? ¿Por qué están interesados en asociar a los musulmanes cuando en realidad son extremistas que no profesan el Islam?