Dos años después, cientos de jóvenes toman las calles de Egipto para conmemorar ,con violencia, la revolución que derrocó a Hosni Mubarak.La Plaza Tahrir se ha convertido en un campo de batalla. Con piedras y cócteles molotovs los manifestantes han desatado su ira. Una furia que ha sido aplacada por la policía con gases lacrimógenos.Pero la llama no se ha extinguido y los enfrentamientos continúan. Los manifestantes han intentado, sin éxito, retirar los bloques de cemento que obstaculizaban la entrada a los edificios gubernamentales. Pero El Cairo no ha sido la única ciudad en levantar el grito. En Alejandría, denuncian la falsa democracia en la que viven con piedras y más fuego. Unas llamas que surgen de los neumáticos que han prendido.Según fuentes médicas, más de nueve personas han sido heridas con perdigones.Este segundo aniversario también ha llegado a otras ciudades como Suez e Ismalia en un momento en el que la crisis económica golpea más fuerte a Egipto.