Observando desde la barrera el penoso espectáculo que están dando Sánchez y sus compinches, a propósito del ‘Pegasus’ y viendo los denodados esfuerzos que hacen los periodistas para presentar a Margarita Robles como una especie de Juana de Arco hispana, me he acordado de uno de los relatos bíblicos más enigmáticos: el de Sodoma y Gomorra.
Gozaban las dos ciudades de una naturaleza rica y codiciada, pero pecaban a lo bestia y Dios decidió destruirlas.
Abraham, que era un profeta bienintencionado intervino para que Yavé las perdonara. Y le hizo una propuesta: Si hubiese en ellas 50 hombres justos, ¿les evitaría el castigo? ¿Y si fuesen solo 40 o 30? Abraham fue bajando el tiro. ¿Y si hubiese por lo menos10?
No los encontraron, y Sodoma y Gomorra fueron destruidas por el fuego.
En el Gobierno PSOE-Podemos no hay uno que se salve. No tienen perdón de Dios. Ni Calviño, a la que todos pintaban como una eminencia económica y es una inepta de libro, ni Robles, que ha sido durante tres años corresponsable, como parte del Consejo de Ministros, de todas las infames decisiones que ha tomado Sánchez.
Olvídense de esa chuminada de tertuliano según la cual hay buenos y malos en el gabinete. Es un órgano colegiado y todos asumen, por cobardía o interés, sus tropelías en forma de decreto ley.
Margarita Robles se ha puesto flamenca con Bildu y ERC y defiende al CNI, porque le va el trasero en el envite, pero no se nos puede olvidar que esos proetarras y golpistas a los que se encara, son los mismos a los que debe su sillón ministerial y con los que ha pactado hasta los presupuestos.
Como en Sodoma y Gomorra no hay, en este Gobierno infame, un ministro digno de ser salvado.
Ni Bolaños ni nadie del gabinete tenía que haber salido a la palestra a hablar de ‘Pegasus’, sin tener claro quién iba a cargar con las culpas pero en su estupidez pensaron que presentándose como víctimas de los espías, iban a ser perdonados por sus colegas y a granjearse las simpatías del público.
Han quedado como lo que son: una panda de incompetentes. Y además de la bronca con ERC y Bildu, tienen ahora una guerra a tres bandas en el Consejo de Ministros.
Esta todo el mundo, incluyendo Margarita, en el ‘sálvese quien pueda’.
Por cierto, distraídos por el remake de ‘Anacleto Agente Secreto’, se nos está pasando por alto que el Tribunal Supremo da los últimos toques a la sentencia de los EREs andaluces.
¿No les parece chistoso que Chavez, Griñán y todos esos socialistas corruptos le echen la culpa al muerto?
¿Y quién es el muerto?
Pues Javier Guerrero, exdirector de Trabajo de la Junta de Andalucía, que en 2020 y pendiente de cumplir 13 años de prisión, expiró en su casa de Sevilla.
Como ya no puede decir nada, intentan ahora estos del PSOE que se coma el marrón de los 700 millones que tangaron.
No respetan estos socialistas ni la memoria de los muertos.