Para partirse la caja de risa.
Estoy hablando de los mamelucos de La Moncloa, encabezados por Contreras, que asesoran mediáticamente a Sánchez y planifican sus ‘cortinas de humo’ tras consultar con Oliver, el de la Agencia EFE, y con Cascajosa la militante enchufada al frente RTVE.
Tiene que estar el marido de Begoña subiéndose por la paredes.
Le dijeron que lo mejor, para que el escándalo no siguiera engordando, era evitar las fotos y sobre todo el vídeo del ‘paseillo’ entrando en los Juzgados.
“Hazme caso, Pedro; que una imagen vale más que mil palabras y sin una grabación que estos cabrones suban a portada y muevan después en redes, esto se desinfla en un plis-plas y tenemos tranquilidad hasta el otoño”.
El jefe del PSOE, que anda atribulado, les hizo caso.
Primero mandaron desde Presidencia un mensaje estremecedor a la Decana, advirtiéndole de que si ocurría algo la harían responsable, y Chus del Barco -por si acaso- autorizó que Begoña accediera a los juzgados por el garaje del edificio.
‘Por motivos de seguridad’, sin que desde La Moncloa le aclararán qué potenciales peligros afrontaba la ‘alegre comisionista’ y a pesar de que sus propios servicios de seguridad reiteraran que no existía el mínimo riesgo.
En paralelo, los de Contreras, Oliver y Cascajosa, pidieron que no se grabase en vídeo la comparecencia, sino sólo en audio.
Y que se limitase drásticamente el acceso a los periodistas, y se les prohibiera filmar.
Desde el amanecer de este 5 de julio de 2024, los contingentes de policías antidisturbios, esos fornidos agentes de la UIP que apaleaban aleatoriamente a los benditos que rezan el rosario en Ferraz, ante la sede-puticlub del PSOE, montaron un cinturón de hierro y cerraron todos los accesos.
Llegó Begoña en coche con cristales tintados y una escolta que daba miedo. Subió a la sexta planta, donde nosotros logramos filmarla a pesar de que iba literalmente cubierta de maromos y una vez ante el juez Peinado, cumpliendo obediente las instrucciones de su abogado principal, que fue ministro del Interior con Zapatero, dijo que no iba a declarar porque desconoce por los delitos de los que se le acusa.
Y ahí, para espanto del letrado Camacho, sorpresa del asesor Contreras y berrinche de Sánchez, todo se les fue a la mierda, porque el magistrado, sin que se le moviera el pelo de una ceja, se limitó a decir que le parecía muy bien, que le da 14 días para leerse los papeles y la convoca de nuevo este 19 de julio.
Todo grabado en vídeo.
No quería Sánchez ‘jarabe democrático’ y se tragarán dos tazas, porque dentro de dos semanas tendrá que peregrinar otra vez la paisana hasta la Plaza de Castilla.
Y otra vez estaremos allí nosotros y una legión de reporteros filmando su fugaz paso, intentando colarnos y difundiendo al mundo los gritos de los indignados, que agitan desde las aceras pancartas en la que se lee ‘Pedro tirano, que pasa con tu hermano’ y eso tan rítmico de "Begoña, ya basta, ¿qué has hecho con la pasta?”.