De todas las noticias que afloran hoy y a la espera de lo que salga de las urnas catalanas el próximo 12 de mayo, lo que más me ha llamado la atención es que un juzgado haya abierto diligencias Begoña Gómez,  para investigar su relación con varias empresas que acabaron recibiendo fondos y contratos públicos del Gobierno que preside su marido.
No porque no este convencido de que ha habido ahí corrupción y tráfico de influencias, sino porque la Justicia española es una caja de sorpresas.
Manda 13 años a prisión a la mujer de Bárcenas, porque ‘conocía’  la procedencia delictiva del dinero de su marido, pero al socialista Chaves, sin cuya colaboración parece impensable que sus camaradas pudieran mangar 700 millones con los EREs andaluces, se conforma con inhabilitarlo una temporada para la política.
Al Pequeño Nicolás, que ni ha robado, ni ha matado, ni ha estafado, le pide 9 años y 9 meses de prisión ‘por pillo’.
Al librero Pepe Lomas, quien a sus 77 años tuvo los arrestos de echar mano de la escopeta y descerrajar un cartuchazo al atracador que asaltó su casa armado de una motosierra, lo condena a seis años de cárcel y a pagar a los parientes del ladrón la friolera de 153.000 euros.
Podría seguir, porque a Urdangarin, cuyo caso es un calco del Begoña con el atenuante de que ni su suegro real, ni la Infanta, ni su cuñado Felipe VI avalaron sus apaños, a diferencia de lo que ha hecho Sánchez con los de Begoña, le cayeron 6 años y tres meses de calabozo.
Digo que podría citar muchos mas casos, pero no lo voy a hacer, porque resulta que al ‘Begoñagate’ se suma ahora lo del ‘hermanísimo’ del jefe del PSOE, para quien Hacienda fabrica un traje fiscal a medida y al que, por arte de birlibirloque le llueven las ayudas, los puestos y los dineros oficiales.
La Dirección General de Tributos ha establecido que un teletrabajador residente fiscal en Portugal, como pretende ser el cuñado de Begoña, está exento de tributar en España.
Y este. feliz como una perdiz.
Mientras los datos fiscales del novio de Ayuso son ecuménicos y la Fiscalía de Sánchez los airea para intentar erosionar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, los del ‘hermanisimo’ se esconden a cal y canto.

Es de admirar también la capacidad de ahorro que tiene el Sánchez músico, propietario de tres pisos y con 2 millones en banco.
Lo del marido de Begoña Gómez con los enchufes es de juzgado de guardia.
A ver ahora si hay suerte y se enteran los jueces.